Con la llegada del calor y el buen tiempo, favorece que practiquemos más deporte al aire libre, al igual que cambiemos nuestro calzado por uno más fresco pero muchas veces inadecuado por la inestabilidad que provoca en nuestros tobillos. Esta suma de factores hace que en esta época del año aumenten los esguinces de tobillo.

¿Que es?

El esguince de tobillo implica un desgarro o rotura, de mayor o menor grado, de uno o varios ligamentos del tobillo. En el tobillo se pueden romperlos ligamentos tanto de la parte externa como de la parte interna, pero el más frecuente y el que ocurre en casi todos los casos es concretamente en los ligamentos laterales externos.

Dependiendo de la gravedad se dividen en:

Primer grado: leve, existe distensión del ligamento pero no rotura.

Segundo grado: moderado, desgarro o rotura parcial del ligamento.

Tercer grado: grave, rotura completa del ligamento. Puede necesitar cirugía.

Síntomas

Los pacientes refieren dolor después de haberse torcido el tobillo en el mismo momento o pasadas unas horas cuando aparece la inflamación. Por lo general, esto ocurre debido a una lesión por inversión, que significa que la punta del pie gira hacia dentro. Los pacientes se quejan de dolor en la cara externa del tobillo y presentan inflamación y derrame. Dependiendo de la gravedad del esguince, el paciente podrá o no soportar peso con el pie.

Tratamiento

Después de haber sido Diagnosticado es muy importante acudir al Fisioterapeuta que pautará el tratamiento más apropiado según la gravedad de la lesión.

En resumen, la terapia constaría de diferentes fases, empezando por el control del edema y el dolor, pasando por recuperar el rango articular completo y finalizando con un buen fortalecimiento del tobillo con ejercicios de propiocepción.