Dolor Crónico

Se considera dolor crónico, o más estrictamente, dolor disfuncional a aquel dolor que permanece más allá de los plazos de curación normales de los tejidos involucrados. El dolor crónico generalmente no proviene de la zona que duele.

El dolor disfuncional no se relaciona directamente con la lesión de los tejidos donde duele. 

El origen del dolor en estas circunstancias se relaciona más bien con los desajustes de procesos neurofisiológicos como la Sensibilización Central es un mecanismo mediante el cual el Sistema Nervioso Central amplifica las señales que le llegan.

Se relaciona con situaciones clínicas como la fibromialgia, migrañas, y varias formas de dolor atribuido al sistema musculoesquelético.

El tejido involucrado en el caso de, por ejemplo, un dolor crónico de la mano, no son los músculos, articulaciones, nervios periféricos, tendones,… de la mano. El problema reside en el Sistema Nervioso Central encargado de recibir la información de esta zona, procesarla y generar una respuesta. Es un error de representación central de la zona, una imprecisión, y un desajuste de los mecanismos de control del dolor.

¿Cómo tratamos el dolor crónico?

La labor del fisioterapeuta en estos casos es volver a equilibrar estos circuitos neuronales para devolver la situación de percepción normalizada del dolor. Es un trabajo altamente específico, en el que utilizamos técnicas como:

  • educación acerca de los mecanismos del dolor,
  • dosificación de las actividades,
  • ejercicios de reconocimiento de la lateralidad (he elaborado estos ejercicios a modo de ejemplo para mano y pie)
  • trabajo con espejos,
  • ejercicios de visualización de movimientos.