¿En concreto en nuestros músculos y articulaciones?

Cuando sentimos frío y éste se prolonga en el tiempo, nuestros músculos para defenderse se contraen y nuestras articulaciones se vuelven más rígidas.

Nuestra actitud postural cambia, ascendemos los hombros y hundimos nuestra cabeza en ellos, flexionamos el tronco y nuestros movimientos a la hora de desenvolvernos son más torpes y limitados.

Es por ello muy frecuente encontrarnos en consulta con muchos pacientes con dolores de espalda en especial de la zona cervical, y dolor articulatorio en especial en pacientes con antecedentes de problemas reumáticos.

Consejos:

–       Ir bien abrigado con varias capas

–       En caso de hacer deporte, realizar especial hincapié en el calentamiento

–       Aplicar calor

–       En caso de sentir dolor o molestias acudir a un Fisioterapeuta Titulado

–       Realizar ejercicio terapéutico guiado por un Profesional Cualificado